El brainstorming o “lluvia de ideas” nos permite generar ideas (opciones) sobre una temática particular. No solo se trata de proponer ideas sino de construir sobre las ideas que otros proponen, sin filtrar – o juzgar – lo que va apareciendo. La lluvia de ideas inicia explicando el contexto del problema para luego centrarse en generar alternativas, se trata de cantidad, pero enfocados en un tema a la vez, intentando ser visuales y dando libertad para que se propongan las cosas más absurdas o más conservadoras.
Esta herramienta se usa para generar un listado amplio y variado de ideas respecto a un foco u objetivo especifico, cada idea debe reflejar una posible solución al problema que queremos resolver.
Usemos brainstorming para encontrar ideas para un problema común que todos hemos sufrido con el transporte publico, la incomodidad de no siempre encontrar un asiento, definida la temática, ahora organicemos rondas de ideas, digamos 30 segundos para escribir la mayor cantidad de ideas que vengan a la mente, luego, otra ronda de 30 segundos adicionales. Ahora la gente comparte sus ideas y se construye sobre las ideas que se van proponiendo, hasta tener un número interesante de opciones con el cual comenzar a integrar y descartar
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